Pintor autodidacta, Nancy lópez se interesa en primer lugar por la acuarela, para la suavidad y la fragilidad de sus matices, la precisión y la destreza de los conocimientos técnicos requeridos en su éxécution. Luego descubre toda la riqueza de la pintura al aceite. Aprecia su textura consistente y sensuelle, los múltiples efectos del trabajo de la materia y el montaje de los colores. Encuentra en la naturaleza, sus elementos, su movimiento, la mayoría de sus motivos de inspiración, aunque se siente a veces frustrada de no poder casar el sonido a la luz, reproducir la respiración del viento en los árboles o el arrugamiento del agua por la brisa. Pintar es un placer en primer lugar, aquél que se se da y aquél que se tiene deseo de hacer compartir. Es también un testimonio de sí mismo, alianza de sensibilidad y carácter. Buscando una nueva frontera entre el natural y el abstracto, se basa en una paleta luminosa para animar cuadros brillantes y refinados. Participó en algunas exposiciones de grupo en París y Aquitania. Su dictamen, sus comentarios lo interesan.