El manejo de la luz se considera como un factor crucial para alcanzar belleza y balance en la pintura.
El cuadro se construye a partir de manchas bastas de colores, las cuales actúan como puntos de una policromía más amplia, que es la obra en sí.
Por ello, al observar el lienzo es necesario tomar cierta distancia, para que aparezcan las luces sombras y figuras.